Descubre cómo darle a tus platos un toque para estimular los sentidos.
Planificar las comidas en casa no siempre es tarea fácil, en especial para quien quiera compatibilizar alimentos ricos y nutritivos. Por eso, y para favorecer la buena alimentación de toda la familia, te sugerimos combinar productos de diferentes colores, que además de ser más atractivos visualmente, te permitirán obtener distintos beneficios nutricionales con sabores nuevos para tu cocina.
Consejo: los pigmentos de las frutas y verduras se encuentran sobre todo en las cáscaras, por lo que te recomendamos consumirlas sin pelar.
Los verdes
Son los colores de las verduras, las lechugas, el brócoli o las espinacas, que favorecen la visión y activan la producción de algunas enzimas que previenen el cáncer.
Los blancos
Los alimentos blancos, como podrían ser las cebollas, los plátanos, los ajos, las peras, los espárragos blancos y los champiñones, contienen flavonoides, que se caracterizan por tener propiedades antiinflamatorias y otras que previenen la formación de tumores.
Los azules y morados
Los arándanos y las uvas rojas poseen poderosos antioxidantes que protegen las células y previenen de alteraciones cardíacas. Por otro lado, tienen propiedades beneficiosas para la visión y son ricos en vitamina C.
Los rojos
Los tomates, por ejemplo, contienen licopenos, que reducen el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (en especial, de próstata). La presencia de este antioxidante es particularmente alta en la salsa de tomate.
Los naranjas y amarillos
Son los colores de algunas frutas, como el mango, la piña o las zanahorias. Estos alimentos poseen betacarotenos, unas sustancias que el organismo es capaz de convertir en vitamina A y que tienen efectos positivos sobre la visión y la piel. Además, son anticancerígenas y estimuladoras del sistema inmunológico. Los cítricos, como limones y naranjas, no contienen vitamina A pero son excelentes fuentes de vitamina C y ácido fólico.
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