INGREDIENTES:
500 gr. harina
125 gr. azúcar
125 gr. mantequilla
12 gr. levadura prensada
4 huevos
1 pizca sal
1/2 c de agua de azahar
1 ralladura de naranja
1 ralladura de limón
1/4 l. leche
1 huevo (para pintar el roscón)
fruta confitada (para adornar)
MODO DE PREPARACIÓN:
Los expertos en gastronomía y su historia no se ponen de acuerdo en cuál es el origen del roscón de reyes y la costumbre de colocarle una sorpresa dentro.
En muchos lugares se coloca en su interior una moneda, en otros una figurilla y se cree que su origen es romano.
El roscón de reyes es como un pan dulce hecho con levadura y frutas confitadas para desayunar el Día de Reyes. Lleva una sorpresa dentro que puede ser una figurita o una moneda, y le puedes añadir un relleno de crema pastelera.
Primero disuelve la levadura con una cucharada de azúcar en leche tibia, añade un poco de harina para lograr una mezcla cremosa, tapa con un paño y espera a que espume y duplique su tamaño.
Coloca la harina en forma de corona sobre la mesa y en su centro coloca los ingredientes líquidos: huevos, leche, azúcar, esencia de vainilla y mézclalos bien.
Cuando la levadura haya crecido añádela a los líquidos mezclados y comienza a incorporar la harina hacia el centro para unir todos los ingredientes.
Amasa con fuerza y añadiendo leche tibia para formar un bollo suave y flexible.
Tapa bien con un paño y un plástico y deja reposar el bollo para que duplique su tamaño durante una hora.
Vuelve a amasar y logra un rollo alargado. Coloca la sorpresita dentro del roscón.
Acomoda el pan en un molde savarin o con hueco central, enmantecado y enharinado. Realiza un tajo a todo lo largo de su superficie e inserta la crema pastelera en su interior con una manga. Decora con las frutas confitadas la superficie o con rodajas finas de naranja.
Vuelve a tapar con plástico para que vuelva a crecer.
Lleva a horno moderado y hornea hasta que al clavarle un palillo este salga limpio o hasta que al golpear el roscón desde abajo suene a hueco.
Presenta adornado con una corona dorada de papel simbolizando a los reyes magos.
En muchos lugares se coloca en su interior una moneda, en otros una figurilla y se cree que su origen es romano.
El roscón de reyes es como un pan dulce hecho con levadura y frutas confitadas para desayunar el Día de Reyes. Lleva una sorpresa dentro que puede ser una figurita o una moneda, y le puedes añadir un relleno de crema pastelera.
Primero disuelve la levadura con una cucharada de azúcar en leche tibia, añade un poco de harina para lograr una mezcla cremosa, tapa con un paño y espera a que espume y duplique su tamaño.
Coloca la harina en forma de corona sobre la mesa y en su centro coloca los ingredientes líquidos: huevos, leche, azúcar, esencia de vainilla y mézclalos bien.
Cuando la levadura haya crecido añádela a los líquidos mezclados y comienza a incorporar la harina hacia el centro para unir todos los ingredientes.
Amasa con fuerza y añadiendo leche tibia para formar un bollo suave y flexible.
Tapa bien con un paño y un plástico y deja reposar el bollo para que duplique su tamaño durante una hora.
Vuelve a amasar y logra un rollo alargado. Coloca la sorpresita dentro del roscón.
Acomoda el pan en un molde savarin o con hueco central, enmantecado y enharinado. Realiza un tajo a todo lo largo de su superficie e inserta la crema pastelera en su interior con una manga. Decora con las frutas confitadas la superficie o con rodajas finas de naranja.
Vuelve a tapar con plástico para que vuelva a crecer.
Lleva a horno moderado y hornea hasta que al clavarle un palillo este salga limpio o hasta que al golpear el roscón desde abajo suene a hueco.
Presenta adornado con una corona dorada de papel simbolizando a los reyes magos.
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