GLUCOSA:
Azúcar, miel, frutos secos, algunas frutas...
La glucosa aporta energía de un modo casi inmediato, aunque también se quema velozmente. Antes de una intensa actividad, deporte, etc; nos evitará el cansancio y las molestas agujetas. Pero, tomada con exceso, acabará con nuestra línea en poco tiempo y puede crearnos más grave problemas, ya que se convierte en grasa toda aquella que no se quema con actividad física. Los niños y adolescentes, activos por necesidad, necesitan una buena dosis de glucosa, pero tampoco excesiva. Puede, asimismo, dañar nuestra dentadura.
ALMIDÓN:
Cereales, arroz, patata, harina, pasta...
Su riqueza en vitaminas, proteínas vegetales y sales minerales, convierte a estos alimentos en imprescindibles en toda la dieta. Se advierte, también, que no debemos abusar de ellas más que en caso de actividad física fuerte.
CELULOSA:
Verduras, legumbres, frutas, salvado,etc...
La celulosa es un componente fíbroso que el estómago humano no digiere, pero que nos es imprescindible acompañante para digerir otros alimentos. Su carencia nos traerá dificultades digestivas muy molestas, como el estreñimiento, sobre todo para los que llevamos una vida sedentaria.
0 comentarios :
Publicar un comentario